viernes, 9 de marzo de 2012

Las empresas básicas: el ocaso de un modelo de desarrollo

En un principio Ciudad Guayana fue planificada a partir de un concepto o modelo de desarrollo implementado por un equipo de profesionales venezolanos en colaboración técnica con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, siendo luego ejecutado y concluido por la Corporación Venezolana de Guayana.


Ciudad Guayana fue concebida como un escenario adecuado para el desarrollo del sur del país, pues, responde a la magnitud e importancia de los recursos regionales disponibles (hierro, bauxita, oro, disponibilidad de energía hidroeléctrica, etc.), circunstancias que hacen de la región el lugar perfecto para el desarrollo empresarial-urbanístico, gracias al aprovechamiento de los recursos por cada empresa de la zona para procesarlos y así incrementar e impulsar la economía nacional, ya que generan empleos, divisas y movimiento del sector económico interno y externo.



En el auge de las empresas básicas de la región de Guayana significaba el movimiento acelerado de la economía por medio de actividades de explotación de materia prima, transporte, procesamiento, elaboración de productos terminados, etc. Que aseguraron por años la calidad de vida de cada trabajador y familia, gracias al buen funcionamiento de los engranajes organizativos de los entes administrativos gran parte de ellos acoplados a la Corporación Venezolana de Guayana y sustentada por la producción, importación y exportación que generaban divisas destinadas al mencionado modelo de desarrollo de la Ciudad.

Para muchos es evidente que la cumbre del mencionado modelo ha pasado y muchos más aseguran un colapso del sistema, pues, los cimientos de este plan de desarrollo están representadas en las industrias básicas que se han deteriorado. Las metas de producción han pasado a un segundo plano cuando la garantía de mantener en funcionamiento “las plantas” tomo prioridad, de hecho, algunas empresas generan, en el mejor de los casos, solo los pagos de menos de la mitad de sus nominas, sin mencionar las deudas que cargan sobre ellas por motivo de mantenimiento y servicios, que no tienen respuesta a la falta de cancelación de facturas. Estos temas se han tenido bajo cuerda gracias a los subsidios o apoyos que la renta petrolera asegurando la “tranquilidad” y control de la situación en el entorno laboral y social.

Debido a todas las carencias en consecuencia de la falta de recursos que eran proporcionados por las empresas de la región, el modelo de desarrollo de la ciudad fue decayendo.

Es para destacar que cada una de las siderúrgicas, centrales hidroeléctricas y demás procesadoras estaban encargadas de invertir en el desarrollo cultural, infraestructura, desarrollo urbanístico o labores de carácter social alguna zona de la región y así contribuir de forma participativa y conjunta en la expansión y establecimiento de Guayana como una ciudad ejemplar de organización y desarrollo, no solo de forma industrial, sino también en urbanismo, comercio y carácter social.

Debido a los distintos problemas presentados por las empresas actualmente causados por la mala gerencia y administración, las actividades de labor social y/o desarrollos urbanísticos no tenían sustento y hasta llegaron a desaparecer. Estas fueron asumidas por el estado de

manera directa, abandonando el principio del modelo de desarrollo instaurado en un principio lo que convierte a Ciudad Guayana en otra ciudad sin una visión propia de desarrollo endógeno y dependiente de la renta petrolera.

La región Guayanesa aun conserva la importancia estratégica además de ser el inicio de la construcción de una infraestructura productiva alternativa a las del petróleo, representada en las empresas básicas, todas ellas hoy en precaria operatividad por la desinversión y la mala administración de sus recursos.

Las esperanzas de puestos de trabajos que garantizan a las futuras generaciones el sustento y calidad de vida acorde a sus necesidades se basa en repensar el modelo de desarrollo “aguas abajo” instaurado por los últimos gobiernos, organizando entidades de vallan mas allá de las empresas básicas e independientes de la economía petrolera.

Autores: Javier Godoy, Rubí Marcano, Scarlett Ramos

No hay comentarios:

Publicar un comentario