viernes, 9 de marzo de 2012

Energía renovable: Adaptándonos para sobrevivir

La mayor parte de la energía producida en el planeta proviene de la quema de combustibles fósiles, esta fuente de energía además de ser no renovable es altamente contaminante produciendo alrededor de 21,3 gigatoneladas de dióxido de carbono al año. Medios para producir energía limpia y renovable han sido descubiertos desde hace muchos años, sin embargo instituciones y políticas han sido desarrolladas para apoyar la producción y el uso de combustibles fósiles y además el mercado de energía actual rechaza este tipo de energía ya que está acostumbrado a las grandes y convencionales plantas productoras.

Según la REN21 (Red de políticas de energía renovable para el siglo 21), desde el 2004 hasta el 2009 ha habido un incremento en la producción de energía renovable y se han hecho grandes avances en este campo pero los mayores impedimentos para una completa transformación son culturales e institucionales y no científicos y técnicos. Entre las barreras más importantes para la comercialización exitosa de energías renovables están: La dificultad en sobreponerse a los sistemas de energía actuales, falta de apoyo por parte de los gobiernos, falta de información y conciencia por parte de la población y el mayor costo de capital (para algunos tipos) comparada con la energía convencional.

Los tipos de energía renovable más conocidos son la energía solar, eólica e hidráulica, combinando estos tres podríamos satisfacer la demanda del planeta fácilmente y con un impacto mínimo al medio ambiente. La energía total del sol es tan abundante que solo una hora de sol al mediodía es equivalente al consumo del mundo entero en un año, la tecnología para aprovechar gran parte de esta energía existe, sin embargo, se encuentra reprimida por la necesidad de competir por una parte del mercado con las estructuras establecidas de las energías tradicionales. La energía eólica es a veces considerada poco práctica por tener que estar localizada en un punto específico, sin embargo es una de las alternativas más económicamente viables en relación a la cantidad de energía producida. La energía hidráulica aprovecha el potencial encontrado en las corrientes de agua, saltos o mareas, sus costos de operación son bajos y pueden funcionar de manera exitosa como se evidencia en nuestro país (La central hidroeléctrica Simón Bolívar ubicada en el estado Bolivar, es la tercera más grande del mundo y abastece a gran parte del país).

También es importante notar que los tipos de energía renovables nombrados anteriormente requieren virtualmente ningún tipo de energía preliminar para ser aprovechadas a diferencia de la energía producida a partir del carbón, petróleo y demás combustibles fósiles.

Otro tipo de energía renovable de gran importancia y poca difusión es la energía geotermal, esta utiliza la denominada “minería hidrotermal” que mediante un proceso sencillo que solo utiliza agua es capaz de generar enormes cantidades de energía limpia y como la generación de calor de la tierra es renovada constantemente, esta energía es realmente ilimitada.

Estas fuentes de energía son solo algunas de las que existen en el mundo, y a medida que pase el tiempo seguiremos hallando más. Las políticas energéticas deben ser cambiadas y la transición a la energía renovable debe lograrse cuanto antes para el beneficio de la humanidad.
Autores: Enrique López, Roberto Millán, Luis Carmona

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