lunes, 12 de marzo de 2012

LA SEGURIDAD EN LA AGENDA PÚBLICA VENEZOLANA


Hoy día, la seguridad se ha convertido en el principal tema de la agenda pública del país. Diariamente los venezolanos se aventuran sobre la hostilidad de las calles y su gente, en búsqueda de: sustento, compañía, entretenimiento o asistencia (medica, económica, técnica, religiosa y otras). Sin embargo, al hacerlo se enfrentan al virus de la inseguridad donde unos pocos sobreviven. La raíz del problema radica en la calidad de la educación familiar; la falta de verdaderos valores y de principios morales son los principales factores que influyen en la formación de los niños, jóvenes y adolescentes. De allí que muchos especialistas en la materia hayan tomado la iniciativa de realizar propuestas con la intención de fortalecer el elemento natural y fundamental de la sociedad (la familia); y así contribuir a la formación de una sociedad fuera de vicios e inadecuadas costumbres. Se observa entonces en Venezuela una disminución, de manera impactante, del respeto por el valor de la vida de sus mismos semejantes que viene acompañado por un nivel de hostilidad muy alto. Aunado a esto se evidencia una elevada disponibilidad de armas de fuego en manos de la población civil y la inexistencia de un eficiente sistema de registro y control de este armamento por parte de los organismos a quienes les compete. Esto ha provocado que las personas menos idóneas, al poseer un arma, sientan un falso poder en sus manos dando como resultado que tomen injustamente (por su inadecuada formación social) la decisión de quitarle la vida o bienes a cualquier persona.
 Otro de los riesgos evidenciados en seguridad es la presencia de delincuencia organizada dentro del país, responsable de crímenes como el narcotráfico, el robo de vehículos, equipos de telefonía móvil, secuestros y hurtos, siendo el hampa algunas veces apoyada por la corrupción de las entidades policiales, trayendo como consecuencia el debilitamiento de las instituciones del sistema de justicia venezolano.
El valor de la vida se ve igualado al de los bienes que posee; un ser humano vale lo mismo que el carro que conduce o el celular que usa. Esa desvalorización de la vida se traduce en un incremento de los homicidios y suicidios en la población. Además, tenemos venezolanos que prefieren invertir sus ahorros en bienes materiales de elevado valor económico y a su vez exhibirlos de manera ostentosa en lugar de hacerlo en vivienda, salud o cultura.
Por estas razones, el estado venezolano, asumiendo su papel de resguardo para sus ciudadanos, ha implementado medidas con el fin de atacar este inconveniente, mediante la atención a las clases desfavorecidas, a través de procedimientos para disminuir la feroz separación clasista asentada por largos años, educación para toda la población, incorporación de todos los ciudadanos al sistema de producción y economía nacional, con la intención de crear una nueva conciencia de participación de todos los venezolanos sin distinciones y en el desarrollo de nuestra sociedad, lo cual ayudara sin duda a aminorar los problemas de inseguridad en las próximas generaciones.
Autores:
Medina Gustavo,
Peraza Keison,
Santiago Elika

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