viernes, 9 de marzo de 2012

Las empresas básicas: el ocaso de un modelo de desarrollo

Venezuela cuenta con grandes recursos naturales con ventajas comparativas, que constituyen una excelente base para el desarrollo económico sustentable y del bienestar social ampliado. Sin embargo, de manera paradójica, en lugar de desarrollarse económicamente y de elevar el nivel de vida de nuestros ciudadanos, venimos padeciendo de un empobrecimiento creciente, que abarca cada vez más a más sectores de nuestra población, pues el progreso económico y la elevación del nivel de vida, se logra gracias a los aumentos de la productividad en todos los sectores de la actividad económica: industria, comercio, servicios, agricultura y cría, etc; mientras que, por el contrario, el deterioro de la productividad produce inevitablemente deterioro económico y pobreza. 
En todo país, se producen procesos de cambio en lo económico, social y cultural; estos aspectos deben ser evaluados como sistemas dinámicos organizados que funcionan como un todo en el que las partes se encuentran en constante interacción. Partiendo de un análisis socioeconómico es posible comprender mejor muchos de los problemas que agobian a la sociedad venezolana hoy día. 

El sistema económico venezolano ha sido definido como capitalista-rentista, donde existe la iniciativa y la propiedad privada, pero con un elevado nivel de participación del Estado en la actividad económica. Ocurre además que dicho Estado obtiene recursos para ésta participación de los beneficios de la actividad petrolera, es decir, vive de la Renta petrolera (de ahí la denominación de Estado rentista). A pesar de la subsistencia de formas de producción no capitalistas, el modo capitalista de producción es sin duda el predominante en la economía venezolana. 



Las raíces de los males que hoy padece el país, se encuentran íntimamente vinculados a la naturaleza rentista de la economía venezolana y a la forma en que el sistema político imperante en Venezuela en los últimos cincuenta años ha hecho uso de esa renta petrolera. Entre esas causas hay que destacar el papel jugado por la Tasa de Cambio dólar/ bolívar, pues dicha tasa ha estado constantemente sobrevaluada. Esa sobrevaluación del dólar empeora el poder adquisitivo de la moneda nacional haciendo más caras las importaciones. 

Como un intento de corregir esa situación, a partir de 1959 se adoptó la política de “Compre venezolano”, es decir la política de sustitución de importaciones. Como consecuencia de esas políticas, surgieron en pocos años numerosas empresas, muchas de ellas, lamentablemente, simples ensambladoras de piezas foráneas o envasadoras de productos importados. La política del “Compre venezolano” fue exitosa en lo referente a crear empleos y dotar al país de una base industrial. Sin embargo, las empresas creadas no tuvieron alguna clase de incentivos que las llevara a ser más eficientes o competitivas. El éxito de la mayoría de las empresas venezolanas que surgieron como consecuencia de la política de Sustitución de Importaciones, dependió de la posibilidad de acceder a los favores del gobierno. 

En el caso de las empresas públicas, propiedad del Estado venezolano, el impacto de las enormes inversiones realizadas fue mayor. La nacionalización de las industrias básicas la mayoría de estas ubicadas en el estado Bolívar, de Acero, Aluminio, Petroquímica, de las industrias del Hierro y el Petróleo, fue realizada aspirando desarrollar nuevos sectores exportadores cuyos requerimientos de capital eran tan altos que sólo podían ser asumidos por el Estado venezolano. Sin embargo, el proceso de inversión resultó ineficiente, ya que la administración de las empresas nacionalizadas estuvo dominada por el clientelismo, y además, los precios de sus productos sufrieron largos períodos de baja en los mercados internacionales. El costo económico de la nacionalización de esas empresas fue muy alto, pues el Estado debió asumir una enorme deuda externa para financiar las inversiones realizadas y, más adelante, debió cubrir las pérdidas producidas por el ineficiente manejo de dichas empresas, se encargan de la extracción y procesamientos de estos materiales. Debido a los grandes ingresos generados por la industria petrolera, no se les ha dado mucha importancia a su productividad y desarrollo. 

Las empresas básicas deberían ser tomadas mas en cuenta para mejorar el desarrollo económico del estado venezolano, haciendo las inversiones necesarias para mantener su buen funcionamiento y competitividad en el mercado, no solo depender de las ganancias petroleras.

Realizado por: Miquelangelo D'Amico, Loisymar Noriega, Katherine Pérez.

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