lunes, 12 de marzo de 2012

CONCIENTIZANDO A LA POBLACIÓN



La conservación ambiental es un deber de cada ser viviente. Nuestro paso por este mundo es temporal. No somos dueños de la Naturaleza, debemos ser sus administradores ya que después de nosotros, nuestros hijos y nietos ocuparan este lugar. No funciona el egoísmo, no cabe la avaricia, solo cuenta garantizar calidad de vida en el presente para el futuro.
La humanidad ha tomado conciencia recientemente de que la tierra tiene límites y es frágil. A la luz del crecimiento explosivo de la población mundial, el enorme congreso tecnológico, la utilización descontrolada de los recursos y las actividades humanas, ejercen una presión intolerable sobre el ambiente; un factor importante que distingue a la sociedad moderna de la que nos procedieron, es el ritmo de los cambios a los que se somete al ambiente y a la universalidad de sus consecuencias.


Ecología, contaminación, reforestación, tráfico de flora y fauna, polución, residuos peligrosos, capa de ozono, energías alternativas y calidad de vida son términos que, en la actualidad, se leen y se escuchan en forma continua. Esto tiene un aspecto positivo, que es la toma de conciencia en todos los niveles, sobre la existencia de problemas reales y graves, tomando el presente como en el futuro en la importante toma de conciencia que el prevenir de la humanidad y la calidad de vida de las generaciones futuras dependen, en gran medida de las opciones y alternativas que los seres humanos aporten al ambiente durante toda su vida. Hay que desarrollar los instrumentos de análisis, refracción y acción destinados a la compresión, prevención y corrección de los daños sufridos por el ambiente. Ellos deben incluir la búsqueda de acciones concretas o al menos, una profunda reflexión de las soluciones preventivas, curativas o alternas para los problemas ambientales.


La constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela representa un cambio cuantitativo que orienta la superación de la problemática ambiental venezolana. El texto constitucional, por primera vez en la historia del país establece los derechos ambientales explícitos y detallados para la población, en su artículo 127 “Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí mismo y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El estado protegerá el ambiente la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos los parques nacionales y monumentos naturales y demás área de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrán ser patentado, y la ley que se refiera a los principio bioéticas regulara la materia.
Es una obligación fundamental del estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidas, de conformidad con la ley”. Muy oportuno este articulo pues, la situación ambiental de la actualidad es una situación preocupante; los cambios climáticos repentinos, el deslizamiento de los polos, la deforestación, animales en peligros de extinción, son productos de la actividad humana en su perversa intención de dominar el planeta su ambición de poder nos está llevando al desastre ecológico; solo responden a sus propios intereses, no le interesa el principio de la vida.
No basta solo con la procreación para mantener la vida en la tierra, si no en ser responsables en la protección del ambiente para dejarles a las generaciones futuras un mundo equilibrado.

AUTORES: Norianna Canelón, Omar Marcano

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